Archivo mensual: noviembre 2008

Una puerta se cierra, otra se abre…

Llegamos al final del año litúrgico y para nosotros debería de ser la celebración de fin de año cristiano.

Jesús se despide como Rey de todas las cosas, las que vemos, las que sentimos, las que se nos escapan y las que parece que todos saben menos nosotros. Pero ese no es el tema. El tema es que nuestro Rey y modelo es un hombre FRACASADO como tal, INCOMPRENDIDO hasta por sus más fieles seguidores pero también OBEDIENTE y muy pero que muy COMPASIVO. Y nosotros estamos en otras cositas como ‘hay que ver que no tengo éxito’, o también, ‘ es que nadie me comprende’ o tal vez en un ‘yo se muy bien lo que hago’ y por último ‘pues te perdono…pero no lo olvido’.

Claro, con estos seguidores tan…digamos CONFUNDIDOS que a veces somos los cristianos, no es de extrañar que Cristo se reserve el derecho de admisión (aunque luego, ya sabemos que en el último momento es capaz de dejar pasar a todos…¡ojalá lo entendamos entonces!)

Si el Señor lava los pies...¿qué haremos los siervos?

Queremos seguir a un REY pero en realidad es un rey-chiquito. Me explico. Nace en un pueblucho perdido en un lugar inóspito en medio de la noche entre animales (no, no me refiero a usted) y ¿acaso no podía elegir otro lugar al menos más…limpito/seguro/aséptico/…(ponga la palabra que desea)? ¡Pues claro! No sé si entendemos el sentido de todo esto. ¡¡¡QUE SE HACE ACCESIBLE A TODOS!!! Vamos, que naciendo de lo peor del mundo, todo el mundo (hasta el más ‘chungo’) lo puede ver cercano. Pero no me esforzaré más. Porque Jesús fué el mejor ‘catequista’ y sin embargo como que no nos enteramos de nada…

Dios nos permita fijarnos más en su vida ejemplar y nos haga dóciles a su corazón. Besos y a seguir luchando, que otro año litúrgico lleno de Esperanza nos espera.

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Centinelas

«Y si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos» Lucas 12

¿Quién no tira la toalla en momentos de oscuridad como es la noche? ¿Quién tiene hambre de seguir buscando lo de Dios después de aguantar hasta la madrugada sin ver nada?
Pues dichosos aquellos que perseveran, que siguen siendo centinelas en la más absoluta oscuridad (precisamente cuando más sentido tiene que exista un centinela, cuando más peligro hay de que el mal, nuestro enemigo, se nos cuele)

No son tiempos de luz.
Dichosos los que están despiertos esperando, ceñida la cintura, dispuestos a servir.
Son tiempos de oscuridad.
Dichosos los que, en estos tiempos, ven la providencia de Dios.
LLegará, seguro, llegará.

Carmen Sara.

Orar es dar luz

Orar es dar luz

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